Es interesante destacar lo íntimamente relacionados que están la odontología y el deporte, pues esta relación se manifiesta en el rendimiento del deportista que a la hora de practicar deporte dicho rendimiento disminuye. Es por eso que los entrenadores, médicos, dietitas y dentistas deben ponerse de acuerdo para ayudar al deportista a poner en forma el sistema músculo-esquelético, los aparatos respiratorio y circulatorio, pero también la salud dental que muchas veces se olvida.
El estado de los dientes refleja el estado de salud general y tiene una relación directa con la actividad física. Aunque un problema dental no sea motivo de no competir o no entrenarse, sí que suponen unas molestias físicas de las afecciones dentales que perjudicarán a la seguridad del deportista y por lo tanto a su rendimiento.
Estudios científicos han determinado que las contracturas musculares, como lesiones articulares, una respiración de manera inadecuada, son consecuencia de focos infecciosos procedentes de la boca.
Los problemas más comunes que presentan los atletas son las caries y las enfermedades periodontales. Es por eso que mantener una boca sana es fundamental para un buen funcionamiento del organismo, ya que facilita la masticación y digestión de la comida, de este modo el atleta puede dar lo mejor de sí mismo.
Para evitar estas dolorosas lesiones bucales, los protectores son muy eficientes, ya que ofrecen al deportista una mayor comodidad y seguridad. Los mejores protectores son los fabricados a medida por el dentista quien los realizará según el riesgo de deporte que se practique. Es importante tomar las medidas previas adecuadas para que el deportista evite las retiradas prematuras.
